15 consejos para mantenerte en forma mientras trabajas
Millones de personas tienen un trabajo sedentario, y permanecen hora tras hora sentados frente a una pantalla, o frente a un escritorio.
Para contrarrestar los efectos de la inactividad en la salud – como el
sobrepeso- más y más estadounidenses trabajan de pie, caminan y hasta
montan bicicleta durante la jornada laboral. Y lo hacen en escritorios
adaptados con caminadoras, o estaciones de trabajo móviles según informa
la agencia Associated Press. Tú puedes imitar la tendencia sin ningún
equipo sofisticado, siguiendo nuestras sencillas recomendaciones.
“Tengo mucho trabajo”… “No me da tiempo a ir al gimnasio”… “Paso
muchas horas en la oficina”…. son excusas que muchos ya no podrán
emplear para justificar el sedentarismo. La necesidad, la creatividad y
la tecnología se han puesto de acuerdo para facilitarle a muchos
mantenerse en forma ¡mientras trabajan! Según informa la agencia
noticiosa Associated Press, cada vez más estadounidenses trabajan de
pie, caminan y hasta montan bicicleta durante su jornada laboral.
Contestar el teléfono, leer documentos o responder mensajes electrónicos
ya no son labores incompatibles con la actividad física. Y todo gracias
a escritorios adaptados con cintas para caminar (la persona atiende la
pantalla o el teléfono mientras camina sobre la estera) o a las grandes
pelotas de ejercicio (las llamadas pelotas de estabilidad o stability balls que hacen trabajar al centro del cuerpo para mantener el equilibrio) que reemplazan a las sillas tradicionales.
El señor Andrew Lockerbie, vicepresidente de personal de la compañía
aseguradora Brown & Brown de Indianapolis, Estados Unidos, considera
que puede producir el doble si logra caminar sobre una cinta o estera
mientras recibe llamadas telefónicas. Y explica que puede quemar
alrededor de 350 calorías diarias, caminando de 3 a 4 millas al día en
uno de los dos escritorios que han adaptados con esteras para correr,
que adquirió la compañía para el uso de su personal.
Estos escritorios, especialmente adaptados para acomodar equipo de
ejercicio en los centros de trabajo, se programan para avanzar a una
velocidad de entre 1 a 2 millas por hora (1.6 a 3.2 km/hora), lo
suficiente como para mantener un buen ritmo cardíaco, pero no tan rápido
como para distraer la lectura o interferir con una llamada telefónica.
Algunas corporaciones grandes como Microsoft, Coca Cola, United
Healthcare y Procter & Gamble han comenzado a adquirir escritorios
de este tipo en cantidades importantes, ya que están interesadas en
ayudar a sus empleados a mantenerse saludables, a perder peso y a
reducir la tensión.
Pero no tienes que esperar a que esa moda llegue a tu oficina. Si trabajas horas y horas sentado(a),
aquí te ofrecemos una serie de movimientos que te ayudarán a incorporar
segmentos breves de actividad física que interrumpan las largas
sesiones de inactividad.
1. En lugar del ascensor, toma las escaleras.
En lugar de un descanso para el cafecito, emplea el tiempo en subir y
bajar los escalones rápidamente, durante un par de minutos (repite la
rutina tantas veces como puedas dentro de la jornada de trabajo). Y para
intensificar las sesiones, sube los peldaños de dos en dos.
2. ¿Hay alguna oficina vacía o un salón de conferencias disponible?
Camina por el perímetro lo más rápidamente que puedas. Aprovecha la
privacidad para correr o trotar en el mismo lugar, hacer sets de cuclillas, o toca la punta de los pies con la mano opuesta, manteniendo las piernas rectas.
3. Mientras esperas a que la impresora termine el trabajo asignado, o
a que te contesten esa llamada telefónica, realiza cuchillas junto al
escritorio. Para trabajar más duro, hazlas con una sola pierna
mientras te sostienes con una mano de la pared o del borde del
escritorio.
4. Ponte de pie con la espalda bien recta. Mientras te apoyas en
una pierna, dobla la otra hacia atrás tratando de tocar los glúteos.
Repite el movimiento de 5 a 7 veces y hazlo con la pierna opuesta.
5. Para “estirar las piernas” sin moverte de lugar intenta hacer lo
siguiente: sentado(a) levanta una pierna de la silla y estírala hacia
delante. Mantén la posición de 2 a 3 segundos y baja el pie hacia el
piso sin tocarlo y sostén la posición por 3 segundos. Cambia y repite el
movimiento con la otra pierna. Repite 10 veces con cada pierna.
6. Para fortalecer brazos, pecho y hombros, mientras estás
sentado(a), apoya ambas manos sobre los brazos de la silla y lentamente,
levanta las asentaderas (el trasero, los glúteos) del asiento, vuelve a
bajarlo pero sin tocar el asiento y mantén la posición por unos
segundos. Repite 5 veces.
7. Si tu silla tiene ruedas, entonces realiza el siguiente
movimiento para estirar la espalda y fortalecer los brazos. Sostén con
las manos el borde del escritorio y lentamente empuja la silla hacia
atrás estirando los brazos hasta que la cabeza quede entre ambos brazos y
mirando hacia abajo. Lentamente, ve tirando con los brazos hacia
delante hasta enderezar la espalda. Repite de 5 a 10 veces.
8. ¿Sientes tensión en el cuello? Mira hacia delante y baja la
barbilla tratando de tocar el pecho. Repite el movimiento varias veces.
Gira el cuello hacia un lado, sostén la posición de 2 a 3 segundos.
Gira el cuello hacia el lado opuesto. Repite 5 a 10 veces por cada lado.
9. Si sientes la tensión en los hombros, haz lo siguiente. Siéntate
con la espalda recta y apoyada en el respaldo del asiento. Inhala
profundamente mientras elevas un hombro lentamente hasta la oreja.
Exhala al bajar el hombro. Alterna con el lado opuesto y repite varias
veces. Luego, eleva y baja los hombros al mismo tiempo, inhalando
mientras los elevas y exhalando el aire al bajarlos.
10. Para estirar los brazos, ponte de pie al lado del escritorio. Une
las manos en la espalda y sube los brazos con las manos unidas tan alto
como puedas. Mantén la posición de 15 a 20 segundos (cuenta despacio en
la mente). Vuelve a la posición inicial y repite varias veces.
11. Estira ambos brazos hacia arriba, como si quisieras tocar el
techo. Eleva entonces un brazo un poco más (sentirás como “tiran” los
músculos de ese lado) y luego el otro. Sigue alternando el movimiento
tantas veces puedas.
12. ¿No quieres que nadie sepa que te ejercitas en la oficina? Nadie notará si haces ejercicios de Kegel
(contrayendo los músculos del suelo pélvico lo mismo de pie que
sentada), si contraes los glúteos mientras estás de pie, o los músculos
del abdomen. Contrae los músculos, mantén la posición, y suelta
(relaja). Repite en grupos de 5 a 10 repeticiones, varias veces al día.
13. ¿Trabajas por tu cuenta en casa? Entonces no tienes que pedir
permiso para sustituir la silla por una bola grande de estabilidad. El
esfuerzo que debes hacer para mantener el equilibrio frente a la
pantalla, te hará trabajar el tronco (el centro del cuerpo), la pelvis y
los abdominales.
14. Siempre que el trabajo y las obligaciones te lo permitan, sigue
esta regla de oro: en lugar de estar sentada(o), ponte de pie. Y en
lugar de quedarte parada(o), camina: puedes contestar el teléfono de pie
o en lugar de mandar la información por correo electrónico al compañero
al otro lado de la oficina, camina y llévala en persona.
15. Guarda pesas de mano, o bandas elásticas que te permitan hacer
ejercicios de resistencia para fortalecer los brazos y las piernas en tu
propio cubículo o escritorio.
Lo ideal es que interrumpas las sesiones de trabajo sedentario con
varios minutos de actividad varias veces durante la jornada laboral y
mantengas esa rutina todos los días. Te sentirás más ligero(a), menos
tenso(a) y podrás concentrarte mejor. También puedes animar a otros
compañeros de trabajo a unirse en el intento: pueden caminar durante la
hora del almuerzo o realizar o alternar ejercicios aeróbicos con otros
de resistencia en ese mismo tiempo. Entre todos, encontrarán formas nuevas que los ayuden a combatir el sedentarismo y salir de la rutina. No te dejes vencer por esa silla y protege tu salud desde tu propio escritorio.
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