Fiebre, tos, escalofríos y sibilancias son algunos de los síntomas de la
neumonía. Los niños, los ancianos, los fumadores y las personas con
determinadas patologías son más propensos a padecerla.
La neumonía es una enfermedad de carácter respiratorio que afecta a los pulmones. Según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS) estos órganos están formados por pequeños sacos, llamados alveolos que, en las personas sanas, se llenan de aire al respirar.
No obstante, los alveolos de los enfermos de neumonía "están llenos de pus y líquido, lo que hace dolorosa la respiración y limita la absorción de oxígeno", describe.
"Esta patología puede estar causada por distintos gérmenes. El más frecuente es el neumococo (streptococcus pneumoniae), después le siguen el micoplasma, especialmente en los jóvenes, la legionella, los virus respiratorios y los bacilos gramnegativos, aunque estos últimos son menos habituales", indica Rosario Menéndez, miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
La especialista precisa que la neumonía más frecuente es la adquirida en la comunidad y causada por el neumococo. "Pero también tenemos las neumonías nosocomiales (adquiridas en el hospital) y el grupo de las neumonías en personas con algún tipo de inmunodepresión", detalla.
EN LOS EXTREMOS DE LA VIDA
"Se es más propenso a padecer neumonía en los dos extremos de la vida: niños y ancianos
-subraya la especialista-. Pero también son especialmente proclives las personas con enfermedades del sistema inmunitario debido a tratamientos de cáncer, trasplantes u otras razones".
"Hay que destacar, asimismo, el riesgo en personas con enfermedades crónicas como EPOC (Enfermedad pulmonar obstructiva crónica) , cardiopatías, enfermedades hepáticas, neurológicas, renales o diabetes", expone Rosario Menéndez.
Del mismo modo, la doctora manifiesta que los fumadores también tienen riesgo de "presentar neumonías más graves".
El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos destaca que el tratamiento para esta patología depende del tipo de neumonía y de lo severa que sea. "La mayoría de las personas que tienen neumonía adquirida en la comunidad, el tipo más común, se trata en casa", apunta.
Este organismo aclara que la neumonía de origen bacteriano se trata con antibióticos. "Usted debe tomar los antibióticos como su médico se los prescriba. Es posible que se sienta mejor antes de terminar las medicinas, pero debe continuar tomándolas tal y como le fueron prescritas, pues si abandona el tratamiento demasiado pronto la neumonía puede volver", advierte.
"La mayoría de la gente empieza a mejorar tras el tratamiento con antibióticos a los tres días", puntualiza.
Sin embargo, los antibióticos no funcionan cuando la causa de la neumonía es un virus. "Si usted tiene una neumonía viral, su médico le prescribirá un medicamento antiviral para tratarla", señala esta entidad y subraya que la neumonía viral normalmente mejora en el periodo entre una y tres semanas.
Además, El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre expresa que la neumonía puede precisar tratamiento hospitalario si los síntomas son severos o si la persona afectada tiene riesgo de sufrir complicaciones debido a otros problemas de salud.
PRINCIPAL CAUSA DE MUERTE INFANTIL
La doctora Menéndez explica que la neumonía es grave cuando provoca un fallo respiratorio o de cualquier otro órgano y, sobre todo, cuando se da en ambos pulmones.
En este sentido, señala que entre el 5% y el 7% de las neumonías que acuden a urgencias van a necesitar un ingreso en cuidados intensivos.
La especialista aclara que "la mortalidad global de la neumonía hospitalizada en una sala convencional es inferior al 10%, pero la que precisa el ingreso en una unidad de cuidados intensivos puede estar entre el 25% y el 30%".
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud sostiene que la neumonía es la principal causa de muerte infantil en todo el mundo. "Se calcula que esta enfermedad mata a 1,2 millones de niños menores de cinco años anualmente, más que el sida, la malaria y el sarampión combinados", expresa la OMS.
Esta entidad precisa que la neumonía afecta a los niños y a sus familias en todo el mundo, pero destaca que su prevalencia es mayor en el África subsahariana y en Asia meridional.
Asimismo, el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos expone que la neumonía puede llegar a ser grave, e incluso suponer una amenaza para la vida. Por ello, recomienda tomar medidas para prevenir la infección, sobre todo, a quienes se encuentren en alguno de los grupos de riesgo.
La doctora Menéndez señala que las medidas preventivas son: abandonar el hábito tabáquico, ponerse la vacunación anual antigripal y la vacunación antineumocócica.
La neumóloga precisa que la vacunación antigripal está recomendada a toda la población y, de forma expresa, a las personas con factores de riesgo de contraer neumonía.
Además, "disponemos de una nueva vacuna, la antineumocócica conjugada para adultos, más eficaz que la previa y con efecto memoria, por lo que se usa una sola vez. Está indicada para todas las personas con factores de riesgo y aprobada para adultos mayores de cincuenta años, aunque la agencia europea ha ampliado su uso a todos los adultos mayores de 18 años", detalla.
Lavarse las manos, no fumar y mantener fuerte el sistema inmune con descanso, actividad física y dieta saludable son algunos de los consejos que ofrece el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre para prevenir la neumonía.
"Si tiene neumonía, limite el contacto con sus familiares y amigos, cúbrase la nariz y la boca al toser o estornudar y deshágase de los pañuelos usados enseguida. Estas acciones ayudarán a evitar que la infección se propague", asegura.
La neumonía es una enfermedad de carácter respiratorio que afecta a los pulmones. Según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS) estos órganos están formados por pequeños sacos, llamados alveolos que, en las personas sanas, se llenan de aire al respirar.
No obstante, los alveolos de los enfermos de neumonía "están llenos de pus y líquido, lo que hace dolorosa la respiración y limita la absorción de oxígeno", describe.
"Esta patología puede estar causada por distintos gérmenes. El más frecuente es el neumococo (streptococcus pneumoniae), después le siguen el micoplasma, especialmente en los jóvenes, la legionella, los virus respiratorios y los bacilos gramnegativos, aunque estos últimos son menos habituales", indica Rosario Menéndez, miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
La especialista precisa que la neumonía más frecuente es la adquirida en la comunidad y causada por el neumococo. "Pero también tenemos las neumonías nosocomiales (adquiridas en el hospital) y el grupo de las neumonías en personas con algún tipo de inmunodepresión", detalla.
EN LOS EXTREMOS DE LA VIDA
"Se es más propenso a padecer neumonía en los dos extremos de la vida: niños y ancianos
-subraya la especialista-. Pero también son especialmente proclives las personas con enfermedades del sistema inmunitario debido a tratamientos de cáncer, trasplantes u otras razones".
"Hay que destacar, asimismo, el riesgo en personas con enfermedades crónicas como EPOC (Enfermedad pulmonar obstructiva crónica) , cardiopatías, enfermedades hepáticas, neurológicas, renales o diabetes", expone Rosario Menéndez.
Del mismo modo, la doctora manifiesta que los fumadores también tienen riesgo de "presentar neumonías más graves".
El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos destaca que el tratamiento para esta patología depende del tipo de neumonía y de lo severa que sea. "La mayoría de las personas que tienen neumonía adquirida en la comunidad, el tipo más común, se trata en casa", apunta.
Este organismo aclara que la neumonía de origen bacteriano se trata con antibióticos. "Usted debe tomar los antibióticos como su médico se los prescriba. Es posible que se sienta mejor antes de terminar las medicinas, pero debe continuar tomándolas tal y como le fueron prescritas, pues si abandona el tratamiento demasiado pronto la neumonía puede volver", advierte.
"La mayoría de la gente empieza a mejorar tras el tratamiento con antibióticos a los tres días", puntualiza.
Sin embargo, los antibióticos no funcionan cuando la causa de la neumonía es un virus. "Si usted tiene una neumonía viral, su médico le prescribirá un medicamento antiviral para tratarla", señala esta entidad y subraya que la neumonía viral normalmente mejora en el periodo entre una y tres semanas.
Además, El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre expresa que la neumonía puede precisar tratamiento hospitalario si los síntomas son severos o si la persona afectada tiene riesgo de sufrir complicaciones debido a otros problemas de salud.
PRINCIPAL CAUSA DE MUERTE INFANTIL
La doctora Menéndez explica que la neumonía es grave cuando provoca un fallo respiratorio o de cualquier otro órgano y, sobre todo, cuando se da en ambos pulmones.
En este sentido, señala que entre el 5% y el 7% de las neumonías que acuden a urgencias van a necesitar un ingreso en cuidados intensivos.
La especialista aclara que "la mortalidad global de la neumonía hospitalizada en una sala convencional es inferior al 10%, pero la que precisa el ingreso en una unidad de cuidados intensivos puede estar entre el 25% y el 30%".
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud sostiene que la neumonía es la principal causa de muerte infantil en todo el mundo. "Se calcula que esta enfermedad mata a 1,2 millones de niños menores de cinco años anualmente, más que el sida, la malaria y el sarampión combinados", expresa la OMS.
Esta entidad precisa que la neumonía afecta a los niños y a sus familias en todo el mundo, pero destaca que su prevalencia es mayor en el África subsahariana y en Asia meridional.
Asimismo, el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos expone que la neumonía puede llegar a ser grave, e incluso suponer una amenaza para la vida. Por ello, recomienda tomar medidas para prevenir la infección, sobre todo, a quienes se encuentren en alguno de los grupos de riesgo.
La doctora Menéndez señala que las medidas preventivas son: abandonar el hábito tabáquico, ponerse la vacunación anual antigripal y la vacunación antineumocócica.
La neumóloga precisa que la vacunación antigripal está recomendada a toda la población y, de forma expresa, a las personas con factores de riesgo de contraer neumonía.
Además, "disponemos de una nueva vacuna, la antineumocócica conjugada para adultos, más eficaz que la previa y con efecto memoria, por lo que se usa una sola vez. Está indicada para todas las personas con factores de riesgo y aprobada para adultos mayores de cincuenta años, aunque la agencia europea ha ampliado su uso a todos los adultos mayores de 18 años", detalla.
Lavarse las manos, no fumar y mantener fuerte el sistema inmune con descanso, actividad física y dieta saludable son algunos de los consejos que ofrece el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre para prevenir la neumonía.
"Si tiene neumonía, limite el contacto con sus familiares y amigos, cúbrase la nariz y la boca al toser o estornudar y deshágase de los pañuelos usados enseguida. Estas acciones ayudarán a evitar que la infección se propague", asegura.
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