Tal
vez hayas escuchado hablar del metabolismo sin comprender bien qué es.
Para que puedas despejar tus dudas, aquí te contamos de qué se trata,
cómo funciona y cuáles son los problemas metabólicos que puede tener una
persona.

El metabolismo es un conjunto de procesos físicos y químicos que
ocurren en las células, que convierten a los nutrientes de los alimentos
en la energía necesaria para que el cuerpo cumpla con todas sus
funciones vitales, como respirar, hacer la digestión, hacer circular la
sangre, mantener la temperatura corporal y eliminar los desechos (a
través de la orina y las heces). Es decir que no sólo utilizamos esa
energía para movernos y pensar, sino también cuando estamos en reposo.
Cuando comemos un alimento, unas moléculas del sistema digestivo
denominadas enzimas descomponen las proteínas en aminoácidos, las grasas
en ácidos grasos y los hidratos de carbono (carbohidratos) en azúcares
simples (como la glucosa). Estos compuestos son absorbidos por la
sangre, que los lleva a las células en donde otras enzimas aceleran o
regulan las reacciones químicas necesarias para “que se metabolicen” o
sea, que se procesen de modo que se libere o se almacene la energía. Por
cierto, la energía que un alimento le brinda al cuerpo se mide en calorías, y cuando consumes más calorías de las que necesita tu cuerpo, éstas se acumulan en forma de grasa.
Más específicamente, en el metabolismo intervienen dos tipos de
actividades: la fabricación de tejidos corporales y la creación de
reservas de energía (conocida como anabolismo o metabolismo
constructivo) y la descomposición de tejidos corporales y de reservas de
energía para obtener el combustible necesario para las funciones
corporales (llamada (catabolismo o metabolismo destructivo).
La velocidad y el sentido en que se producen esos procesos metabólicos
están regulados por distintas hormonas que se fabrican por el sistema
endócrino, como la tiroxina (que se produce en la glándula tiroides) y la insulina (que se produce en el páncreas).
A veces, el sistema metabólico falla y ocurren los llamados
trastornos o enfermedades metabólicas, algunas pueden heredar. La
mayoría suceden porque hay enzimas u hormonas que se concentran de
manera anormal en la sangre o no funcionan correctamente. Lo que sucede
es que es que hay ciertas sustancias químicas que si no se pueden
metabolizar o que si se metabolizan mal pueden causar síntomas graves.
Por eso, los problemas del metabolismo deben tratarse y controlarse.
¿Te preguntas cuáles son los trastornos metabólicos? A continuación te doy algunos ejemplos, que tal vez ya conocías:
- Galactosemia: es un trastorno metabólico congénito, es decir, heredado. Los bebés que nacen con este problema no tienen suficiente cantidad de una enzima encargada de descomponer el azúcar de la leche, denominado galactosa.
- Fenilcetonuria: otro trastorno congénito provocado por un defecto en la enzima encargada de descomponer el aminoácido fenilalanina, necesario para el crecimiento normal y la fabricación de proteínas.
- Hipertiroidismo: se produce cuando la glándula tiroides segrega (produce) una cantidad excesiva de tiroxina, lo que acelera el metabolismo basal. Provoca síntomas como pérdida de peso, aceleración del ritmo cardiaco, hipertensión, ojos prominentes o saltones (exoftalmos) y un abultamiento en el cuello que se debe al crecimiento de la glándula tiroidea (bocio).
- Hipotiroidismo: se produce cuando la glándula tiroides o no existente o produce poca hormona tiroidea (tiroxina), en ocasiones debido a la producción de anticuerpos que destruyen parcialmente a esta glándula, que por eso segrega una cantidad insuficiente de la hormona tiroxina, lo que hace más lento al metabolismo basal. En los lactantes y en los niños puede causar retraso mental y en el crecimiento, en los adultos provoca fatiga, disminución del ritmo cardiaco, aumento de peso y estreñimiento.
- Diabetes, de tipo 1 o diabetes de tipo 2 : la primera (diabetes tipo 1) ocurre cuando el páncreas no produce o secreta suficiente insulina (se requiere insulina para el tratamiento), la segunda (diabetes tipo 2) se produce cuando el cuerpo no responde a la insulina en forma adecuada, tiene resistencia a la insulina que se produce. En casos avanzados puede no haber suficiente insulina. Los síntomas típicos incluyen orinar frecuentemente, tener mucha sed y mucha hambre. También se puede perder peso aunque las personas con diabetes tipo 2 tienden a tener sobrepeso o a ser obesas. A largo plazo, si no se controla, puede causar complicaciones serias. Entre ellas: problemas en los riñones (nefropatía diabética), lesiones en los nervios (neuropatía diabética), retinopatía y ceguera y enfermedad cardiovascular.
En todos los casos, los trastornos metabólicos deben ser tratados y,
en general, pueden ser controlados, y las personas con problemas
metabólicos pueden mantener una buena calidad de vida. Si tienes dudas
sobre tu salud o crees que puedes tener alguna trastorno en tu
metabolismo, consulta con tu médico.

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