
- El producto anestésico debe recetarlo un médico que descarte alergias o enfermedades
- La zona facial y las ingles son las zonas más delicadas del cuerpo para la depilación
En principio, "el mayor riesgo del láser es la quemadura (leve, de
primer grado) y también los cambios de color de la piel, es decir,
pueden aparecer manchas oscuras o claras (hiper o hipopigmentación)",
afirma Sofía Ruiz del Cueto, miembro de la Sociedad Española de Medicina
Estética (SEME).
Más allá de estos posibles efectos secundarios, se han registrado algunas reacciones extremas provocadas por algún producto anestésico
que utilizan algunos pacientes para aliviar las molestias de la
depilación. Juan Ruiz Alconero, médico de Corporación Capilar, explica
que "sus posibles riesgos son la intolerabilidad al preparado y, en el
caso de aplicarla en zonas muy extensas, puede ser que parte del
anestésico llegue al torrente sanguíneo, pero es algo verdaderamente
raro". Se describe como metahemoglobinemia, una enfermedad por la que la
hemoglobina pierde la capacidad para transportar el oxígeno a los
tejidos. Puede ser hereditaria o provocada por agentes tóxicos, como los
productos anestésicos que contienen lidocaína, benzocaína, prilocaína.
La revista 'Medicina Clínica' recogía en julio del año 2008 el caso
de una mujer de 23 años que, después de aplicarse una crema anestésica
en las piernas para someterse a una sesión de depilación láser, comenzó a
mostrar síntomas muy específicos de la metahemoglobinemia: mareo,
somnolencia, lenguaje torpe y lento.
El producto anestésico que se había utilizado estaba compuesto por lidocaína y prilocaína. "La metahemoglobina alcanzó un pico máximo del 30,1%",
según los médicos que la atendieron en el Hospital San Cecilio de
Granada. Lo normal es que suponga el 1% de la hemoglobina total. Se han
descrito otros tres casos entre 1999 y 2007, en una niña de 11 años y
dos mujeres de 30 y 37. Normalmente, con la administración de 'azul de
metileno', los síntomas remiten y los pacientes comienzan a notar
mejoría.
Lo mismo le ha ocurrido recientemente a un hombre de 30 años al que
le aplicaron una crema anestésica antes de depilarle. Al terminar, el
afectado comenzó a emitir ruidos extraños, convulsionaba y la piel se
tornaba azul (un síntoma común en estos casos). Tuvo que ser trasladado
al hospital para proceder al tratamiento, según recoge en su blog el
doctor Julio Bonis, médico de familia de Madrid.
"Esta reacción está descrita de manera excepcional en niños o si se ha aplicado una cantidad exagerada del producto sin supervisión médica o si se toman ciertos fármacos a la vez", expone el doctor Ruiz Alconero.
"De ahí la importancia de que sea el médico quien recete estos
fármacos, quienes, después de realizar la historia clínica, determinarán
en qué sujetos y con qué dosis se puede administrar", comenta Sofía
Ruiz del Cueto.
Las partes del cuerpo más delicadas
La eficacia y los riesgos del depilado dependen de la zona tratada.
"La facial siempre es más delicada, por ser más visible y recibir una
exposición solar casi constante. También hay zonas en las que el
paciente nota más molestias, como en la zona anterior de la pierna o en
las ingles, en las que algunas veces es conveniente usar intensidades
menores", señala Ruiz Alconero.
Precisamente la depilación de las ingles es un tema en pleno debate
en New Jersey, donde la ley sólo permite eliminar vello en la cara, el
cuello, los brazos, el torso y las piernas. A pesar de esta regulación,
las clínicas estéticas continúan realizando depilaciones en las ingles a
todas las mujeres que lo solicitan. Ahora, después de que la Junta de
Cosmética de New Jersey recibiera dos quejas por los daños que la depilación genital les causó, vuelve a la opinión pública el debate sobre una aplicación más rigurosa de la norma.
Aunque se trata de un tipo de depilación que cada vez tiene más
demanda, en esta zona hay que tener un cuidado especial, según indica
Juan Ruiz Alconero, "sobre todo en la parte mucosa púbica, ya que carece
de la protección que sí tiene el resto de la epidermis. Muchas veces
hay que usar crema antiinflamatoria".
Otro de los riesgos del láser se conoce como efecto paradójico,
que aparece con cierta frecuencia en la depilación de la cara de las
mujeres. "En ocasiones, su uso estimula el crecimiento de pelo nuevo en
la zona contigua. Por eso, el láser en la cara sólo se aconseja cuando
el pelo es claramente visible y negro", la doctora Sánchez, quien añade
que si la elección del láser no es la correcta, también se corre el
riesgo de que "el pelo se vuelva muy fino y después sea imposible de
depilar de forma definitiva con láser".
Cuando el pelo sigue creciendo
Existen zonas donde el pelo es andrógenodependiente, es decir, que su
crecimiento depende de las hormonas. Esto significa que, aunque se
elimine el vello presente en el momento de la depilación, no se puede
evitar que salga más en el futuro. Esto ocurre en el canalillo, las
areolas, la línea alba y la zona lumbar de las mujeres y el tórax y la
espalda de los varones.
La dermatóloga Virginia Sánchez, del Centro Médico Averroes, lo
ejemplifica. "Los varones empiezan a desarrollar vello en el tronco a
partir de los 20 años y pueden seguir haciéndolo hasta los 50, lo mismo
ocurre con los pelos de la nariz y las orejas. Aunque la depilación sea
eficaz en estas zonas, sólo lo será contra los pelos que existan en ese
momento y muchos necesitarán sesiones de repaso cada uno o dos años".
Las mejores zonas para tratar con láser "son las que no están bajo el
influjo de las hormonas, precisamente las que alcanzan todo su
potencial piloso durante la pubertad, como las ingles y áreas anexas,
axilas, muslos, piernas y antebrazos de pelo grueso", indica Josefina
Royo, directora del Instituto Médico Láser.
Para una correcta depilación y evitar los anteriores riesgos, además
de las quemaduras y los cambios de coloración de la piel, los
especialistas de la SEME apuestan por que el láser médico lo manejen
sólo profesionales médicos, "para lo que deberían aprobarse
reglamentaciones adecuadas que garanticen las máximas condiciones de
seguridad".

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