La caries es una enfermedad infecciosa transmisible, la más común que afecta a los dientes, en la que los ácidos producidos por las bacterias disuelven los dientes.
Las caries sólo se producen cuando el proceso de
desmineralización supera el de remineralización durante un cierto
período de tiempo.
Causas de la caries dental
Algunas bacterias como las Streptococci mutans y
Lactobacilli, se pueden transmitir, por ejemplo, de padres a hijos.
Estas bacterias son cariogénicas (lo que significa que provocan caries) y
crean una película pegajosa, conocida como placa dental, en la
superficie de los dientes. Las bacterias de la placa dental se alimentan
de carbohidratos fermentables y los transforman en ácidos. Los
carbohidratos fermentables son azúcares y otros carbohidratos,
provenientes de la comida y la bebida, que las bacterias pueden
fermentar. Los ácidos que se forman disuelven minerales como el calcio y
el fosfato de los dientes. Este proceso se denomina desmineralización.
Factores predisponentes de la caries dental
Los siguientes factores tienen un efecto importante en la salud dental:
Factores individuales
La predisposición a las caries varía entre los individuos y entre
los diferentes dientes dentro de una misma boca. La forma de la
mandíbula y de la cavidad bucal, la estructura de los dientes y la
cantidad y calidad de la saliva son importantes para determinar por qué
algunos dientes tienen una mayor predisposición que otros. Por ejemplo,
algunos dientes pueden tener agujeros, pequeñas grietas o fisuras que
permiten la infiltración de ácidos y bacterias más fácilmente. En
algunos casos, la estructura de la mandíbula o de la dentición hace que
la limpieza de los dientes o el uso de hilo dental sean más difíciles.
La cantidad y la calidad de la saliva determinan los índices de
remineralización de los dientes. Por ejemplo, se suelen encontrar
relativamente pocas caries en la parte delantera inferior de la boca,
donde los dientes están más expuestos a la saliva.
El tipo y la cantidad de las bacterias que generan caries
presentes en la boca son también relevantes. Todas las bacterias pueden
convertir los carbohidratos en ácidos, pero algunas familias de
bacterias como las Streptococci y Lactobacilli producen ácidos en mayor
cantidad. La presencia de este tipo de bacterias en la placa aumenta el
riesgo de caries. Algunas personas tienen niveles más altos de bacterias
que causan caries que otras debido a una higiene bucal inadecuada o
insuficiente.
Higiene bucal y uso del flúor
En los últimos años ha habido una reducción en la incidencia de
caries en la mayoría de los países europeos. Un aumento de la higiene
bucal, incluyendo un cepillado diario y el uso del hilo dental para
quitar la placa, así como el uso de pasta de dientes con flúor,
combinado con revisiones dentales periódicas, parece ser los
responsables de la mejora.
El flúor inhibe la desmineralización, fomenta la remineralización
y aumenta la dureza del esmalte de los dientes, haciéndolo menos
solubles a los ácidos. Una cantidad apropiada de flúor ayuda a prevenir y
controlar las caries. El flúor se puede suministrar en manera
sistemática mediante el agua de consumo público fluorada, otras bebidas
con flúor o suplementos. Asimismo, se puede aportar de manera tópica,
directamente en la superficie de los dientes mediante pasta de dientes,
enjuagues bucales, geles y esmaltes.
En algunos países la sal, la leche u otras bebidas tienen flúor
añadido y disponen también de suplementos de fluor en forma de
comprimidos o líquida. Se debe tener en cuenta el nivel de flúor en el
agua potable y en la comida cuando se evalúa la necesidad de tomar
suplementos de flúor. Esto es especialmente importante en los niños
menores de 6 años cuyos dientes aún se están desarrollando. Un exceso de
consumo de flúor puede llegar a causar manchas en los dientes, lo que
se conoce como "fluorosis".
El cepillado utilizando una pasta de dientes con flúor parece ser
el factor más importante en el descenso de caries observado en muchos
países. El cepillado y el uso de hilo dental ayudan de forma
concomitante a la aplicación de flúor para eliminar bacterias de la boca
y reducir el riesgo de caries y de enfermedades periodontales.
La aplicación regular de esmaltes fluorados que realizan los
dentistas es una medida de prevención de formación de caries establecida
en muchos países. Esta práctica es especialmente recomendada en niños
con un alto riesgo de caries.
Las revisiones dentales regulares pueden ayudar a detectar y
controlar problemas potenciales. Controlar y eliminar regularmente la
placa puede ayudar a disminuir la incidencia de caries. Si hay poca
placa, la cantidad de ácidos formados será insignificante y no se
producirá la caries.
Factores de la dieta
A pesar de que la reducción de las caries en muchos países ha estado
relacionada en gran medida con el uso del flúor y la mejora de la
higiene dental, los hábitos alimentarios juegan también un papel en el
desarrollo de la caries.
Carbohidratos fermentables
Durante muchos años el mensaje para evitar caries era “no comer
demasiada azúcar ni alimentos azucarados”. En las últimas décadas el
consumo de azúcar en muchos países se ha mantenido constante mientras
que los niveles de caries han disminuido. Esto sugiere que cuando se
practica una higiene bucal adecuada (p. ej. cepillado regular usando
pasta de dientes con flúor) se manifiesta menos el papel del azúcar en
la formación de caries.
El consejo de reemplazar el azúcar por alimentos ricos en fécula
(almidón) para evitar caries tiene un valor cuestionable. Actualmente
sabemos que cualquier alimento que contiene carbohidratos fermentables
(que estos sean azúcar o fécula) puede contribuir a la aparición de
caries. Esto significa que, al igual que los dulces y golosinas, la
pasta, el arroz, las patatas fritas, las frutas e incluso el pan pueden
iniciar el proceso de desmineralización. Por ejemplo, un estudio en el
que se observó la capacidad de producción de ácidos de varios alimentos
con fécula incluyendo la pasta, el arroz y el pan, descubrió que estos
alimentos producían la misma cantidad de ácido que una solución sacarosa
al 10% (azúcar de mesa). Otro estudio descubrió que la formación de
ácido en la placa tras comer pan de molde o patatas fritas era mayor y
duraba más tiempo que después de tomar sacarosa.
Características de los alimentos
Las características físicas de un alimento,
especialmente cuánto se pega a los dientes, también afectan al proceso
de formación de caries. Los alimentos que se pegan a los dientes
aumentan el riesgo de caries, en comparación con los alimentos que
desaparecen de la boca rápidamente. Por ejemplo las patatas fritas y las
galletas se pegan a los dientes durante más tiempo que otros alimentos,
como los caramelos y las golosinas. Esto se puede deber a que los
caramelos y las golosinas contienen azúcares solubles que desaparecen
más rápidamente gracias a la saliva. Cuanto más tiempo se queden los
alimentos que contienen carbohidratos alrededor de los dientes, más
tiempo tienen las bacterias para producir ácido y mayor es la
posibilidad de desmineralización.
Frecuencia de consumo
Existen debates acerca de la importancia relativa de la frecuencia del consumo de carbohidratos y su relación con las caries. Como en el caso de la relación entre dieta y caries, este vínculo parece debilitarse con la adopción de una buena higiene bucal y flúor.
Existen debates acerca de la importancia relativa de la frecuencia del consumo de carbohidratos y su relación con las caries. Como en el caso de la relación entre dieta y caries, este vínculo parece debilitarse con la adopción de una buena higiene bucal y flúor.
Cada vez que se muerde un alimento o se sorbe una bebida que
contiene carbohidratos, cualquier bacteria causante de caries que se
haye presente en los dientes comienza a producir ácidos, iniciando la
desmineralización. Este proceso continúa durante 20 o 30 minutos después
de comer o beber, o más tiempo si hay restos de comida atrapados
localmente o que permanecen en la boca. En los períodos entre las
distintas ingestas (de comida y/o bebida) la saliva actúa para
neutralizar los ácidos y ayudar en el proceso de remineralización.
Si se come o se bebe frecuentemente, no le damos tiempo al
esmalte de los dientes para remineralizarse completamente y las caries
comienzan a producirse. Por eso comer o beber continuamente durante todo
el día no es aconsejable. El mejor consejo es limitar el número de
ingestas (consumo de comida y/o bebidas) con carbohidratos a no más de 6
veces al día y asegurarse de que los dientes se cepillen usando una
pasta de dientes con flúor dos veces al día.
La caries del biberón o caries de la lactancia es una enfermedad
en la que los dientes de los niños se dañan debido a una exposición
frecuente y prolongada a bebidas con azúcares, normalmente por medio del
biberón. En particular, los problemas aumentan cuando se acuesta a los
niños con biberones de leche de fórmula o zumo. El flujo de saliva se
reduce mucho durante el sueño y los líquidos dulces permanecen alrededor
de los dientes durante largos períodos de tiempo. Esto crea el entorno
perfecto para que se desarrolle la caries dental.
Alimentos protectores
Algunos alimentos ayudan a protegerse contra las caries. Por
ejemplo, los quesos curados aumentan el flujo de saliva. El queso
también contiene calcio, fosfatos y caseína, una proteína láctea que
protege contra la desmineralización. Acabar una comida con un trozo de
queso ayuda a contrarrestar la acción de los ácidos producidos por los
alimentos ricos en carbohidratos consumidos en la misma comida. La leche
también contiene calcio, fosfato y caseína, y el azúcar de la leche, la
lactosa, es menos cariogénico (causante de caries) que otros azúcares.
Sin embargo se han encontrado caries en niños a los que se les da el
pecho y que lo piden con frecuencia.
Productos “amigos” de los dientes
Los productos buenos para los dientes se producen usando
ingredientes para endulzar que no pueden ser fermentados por las
bacterias de la boca. En esta categoría entran edulcorantes intensos
como sacarina, ciclamato, acesulfamo-K y aspartamo, y los sustitutos del
azúcar como isomalt, sorbitol y xylitol.
Los chicles sin azúcar usan estos endulzantes. El sabor
dulce y la masticación estimulan el flujo de saliva, lo que contribuye a
la prevención de caries. Estos chicles pueden contener minerales como
calcio, fosfato y flúor, para mejorar el proceso de reparación. Algunos
estudios han informado de que los chicles sin azúcar consumidos tras una
comida aceleran la limpieza de los restos de alimentos y reducen la
tasa de desarrollo de caries en los niños.
Los productos “amigos” de los dientes tienen que superar pruebas
específicas para obtener la aprobación de “seguros para los dientes”.

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