cancer de mama en la adolescensia

 

Cancer de mama en adolescentes

El cáncer es una enfermedad que se observa poco entre los adolescentes. Ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de mama, afectan mayoritariamente a mujeres adultas; es muy poco probable que una adolescente desarrolle este tipo de cáncer. Pero hay algunos tipos de cáncer que tienen más probabilidades de afectar a los adolecentes. El cáncer de testículo, por ejemplo, tiende a afectar más a los jóvenes que a los hombres mayores.
Los tipos de cáncer que ocurren en la adolescencia tienen algo en común: en todos ellos las células crecen de forma descontrolada. Las células son los componentes básicos o pilares del cuerpo humano. El cáncer ocurre cuando las células se desarrollan de forma anómala y van tomando tejido sano en diferentes órganos o partes del cuerpo.

En éste artículo se pretende dar información general de cómo siendo adolescentes con diagnóstico de cáncer, el paciente puede afrontar la enfermedad desde el punto de vista psicológico, familiar y social.

En los últimos reportes realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se indica que el Cáncer en la población menor de 15 años es mayor en los países desarrollados, que en los que están en vías de desarrollo. El diagnóstico de Cáncer en los países más avanzados y con mayor tecnología representa el 1% en la población de estas edades; mientras que en los países menos avanzados, el promedio es de un 3% a un 10% en la población de niños y adolescentes.

Las causas por las cuales se desarrolla esta enfermedad no están claramente definidas, salvo en algunas condiciones. Los tipos de Cáncer más frecuentes en esta población son: La Leucemia, los Linfomas y los Tumores del Sistema Nervioso Central, los cuales en palabras sencillas implican que las células malignas crecen de manera descontrolada. No obstante, es importante saber que si esta enfermedad tiene un diagnostico oportuno, es decir al inicio, puede tener resultados favorables con el debido tratamiento.
Como adolescente padeciendo cáncer se necesita tener una atención integral y tanto pacientes como familiares, contar con el apoyo para enfrentar el diagnóstico y la enfermedad como tal, no sólo en el área médica sino también en la psicológica. El impacto que puede ocasionar el diagnóstico de la enfermedad y las consecuencias que produce el tratamiento, ameritan de la vigilancia de un equipo especializado integrado por : Médico Oncólogo, Psicólogo, Psiquiatra, Terapeuta Conductual , Trabajador Social, Tutores Pedagógicos, entre otros; todo este equipo es de gran importancia para esta población con Cáncer ya que cada uno de estos expertos, ayudan al paciente y a sus familiares para afrontar efectivamente la realidad de la enfermedad .
El Cáncer no necesariamente es la muerte como suelen pensar las personas que reciben este diagnóstico. Hay otras maneras de enfrentarlo: es fundamental aceptar las situaciones y retos que la vida impone, incorporar el diagnóstico y tratamiento como una experiencia centrada en que lo que se piensa (de allí la importancia de tener información sobre la enfermedad y pensamientos positivos), lo que se siente (emociones, afectos funcionales) y lo que se hace (conductas dirigidas a tomar los medicamentos y a disminuir el impacto psicológico de los mismos).

Indiscutiblemente la respuesta del adolescente ante el impacto de los tratamientos va a depender de su edad, madurez, ambiente familiar, nivel socioeconómico, religión y cultura a la que pertenece y por supuesto a la reacción de su familia ante la nueva situación. Son aspectos que no dependen del paciente pero como lo señala la Teoría del Afrontamiento (Lazarus 1966) lo importante es, entonces, enseñar al adolescente y a su familia a centrarse y concentrarse en regular los pensamientos y emociones negativas que pudieran contribuir a empeorar los efectos de la enfermedad

A continuación se presentan algunas recomendaciones que pretenden orientar al adolescente y su familia cuando el diagnóstico de cáncer se hace realidad:

1.- Acudir prontamente al médico-especialista (en éste caso el Oncólogo) para precisar diagnóstico y el tratamiento a seguir.
2.- Ubicar información necesaria en relación al tipo de cáncer diagnosticado ya que en la medida en que se tiene información adecuada y cierta, se ubicarán rápida y efectivamente los procedimientos médicos, conductuales y sociales más recomendables para afrontar la enfermedad.
3.- Hacer empatía con el adolescente, comprendiendo el impacto que ésta enfermedad causa, toda vez que culturalmente hablando siempre se ha asociado el cáncer con la muerte.
A los adolescentes con ésta patología médica se les puede enseñar a fomentar la expresión emocional, dándole oportunidad para formular preguntas y dudas, así como para comunicar sus temores y expectativas. Mientras más cómodo emocionalmente hablando se sienta el adolescente con cáncer, más probable será su adaptación al curso de la enfermedad.
4.- Favorecer actividades recreativas aún dentro de la condición de hospitalización ya que la distracción positiva permite que el adolescente tenga pensamientos optimistas que contribuyan a estar más relajado y dispuesto para el tratamiento.
5.- Estimular experiencias que incrementen el Sentido del Humor. Cuando las personas se ríen con frecuencia, su sistema inmunológico aumenta las defensas y las células se hacen más receptivas a la aplicación de los tratamientos químicos y radiológicos propios para extinguir el cáncer.
6.- Promover en el adolescente el aprendizaje de comportamientos en que Pida ayuda a quienes le rodean. Es sabido que en la etapa adolescente, los jóvenes tienden a ensimismarse en su propio mundo y reducir el número de personas con quienes conversa. Es conveniente que el adolescente hospitalizado o tratado con cáncer tenga amigos contemporáneos significativos que le animen a soportar la enfermedad y tener perspectivas positivas de vida, pero también adultos importantes con quienes el joven haya desarrollado confianza para expresar sus sentimientos.
Finalmente se puede señalar que la enfermedad del Cáncer es un evento de indudable impacto personal, familiar y social para el que la padece, pero que a fin de cuentas tenemos la oportunidad de trascender los efectos nocivos de la misma asumiendo creencias, emociones y comportamientos que ayuden a minimizar los efectos desagradables de éste flagelo.
Puede ser que en numerosas ocasiones no podamos cambiar la realidad pero si entender que somos el resultado de como la percibimos y que hacemos con ella.
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