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Bastan 20 minutos tres días a la semana para que el bebé muestre diferencias cognitivas
Este hábito ayuda también a reducir el riesgo de obesidad infantil

Una ventaja que se suma a otras ya descritas en la literatura
científica. Según estudios previos, realizar ejercicio moderado durante
la gestación reduce el dolor en la cintura pélvica (presente en la
quinta parte de las embarazadas), también la depresión
(según un trabajo de 'Annals of Behavioral Medicine', el 11% de las
embarazadas sufren depresión en el periodo prenatal) y el riesgo de
preeclampsia (hipertensión gestacional, una de las complicaciones más
graves de la gestación que afecta a cerca de un 10% de las mujeres que
esperan descendencia).
Además, señalan los expertos, este hábito tan saludable conduce a una pequeña reducción en el peso del bebé al nacer.
Dado que un tamaño grande en el parto se asocia con un mayor riesgo de
obesidad, decía el autor, de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda),
una reducción limitada en el peso podría tener beneficios a largo plazo
sobre la salud de los hijos, al disminuir este riesgo en años
posteriores de su vida.
Suficientes motivos como para poner en marcha al cuerpo y no dejarse
llevar por la pereza. Concretamente, este nuevo estudio, que se acaba de
presentar en el Congreso Anual de Neurociencia celebrado en San Diego,
indica que "el ejercicio durante el embarazo mejora el desarrollo
cerebral del niño", señala el líder del equipo de investigadores, David
Ellemberg. Aunque ya se habían obtenido resultados en la misma línea en
animales, "éste es el primer ensayo clínico en humanos que mide
el impacto de este hábito durante los nueve meses de gestación en el
recién nacido".
Teniendo en cuenta que el ejercicio es beneficioso para el cerebro
del adulto, "la hipótesis también incluye al niño mediante acciones de
la madre", supone Ellemberg. Para verificarlo, inició este nuevo
trabajo, que se centraba en el segundo trimestre del embarazo. De forma
aleatoria, se formaron dos grupos con las gestantes: uno sedentario (con
ocho recién nacidos) y otro activo (formado por 10 bebés), en el que
tenían que practicar ejercicio de intensidad moderada durante 20 minutos
tres días a la semana.
Después, se evaluó la actividad cerebral de los recién nacidos entre
su octavo día de vida y el duodécimo, mediante una exploración
neurofisiológica, la electroencefalografía, que graba la actividad
eléctrica del cerebro (en reposo, vigilia o sueño). "Utilizamos 124 electrodos colocados en la cabeza del bebé y esperamos a que el niño se quedara dormido en el regazo de su madre.
A continuación, medimos la memoria auditiva a través de la respuesta
inconsciente del cerebro a los nuevos sonidos", explica otro de los
investigadores, Élise Labonté-LeMoyne.
Los resultados, concluye, "demuestran que los bebés nacidos de las
madres que eran físicamente activas tenían una activación cerebral más
madura, lo que sugiere que sus cerebros desarrollaron más rápidamente".
El siguiente paso, en el que de hecho ya están trabajando los autores,
consiste en evaluar la evolución cognitiva, motora y del lenguaje de los
niños más adelante, cuando tienen un año, para confirmar que las
diferencias se mantienen.
Dado que este estudio es muy preliminar, apunta Guillermo García
Ribas, Coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la
Sociedad Española de Neurología (SEN), "habrá que ver en futuras investigaciones si este hábito puede marcar de por vida".
Sin duda, agrega, "existen otros muchos condicionantes a lo largo de la
vida que también mejoran el desarrollo cerebral". Lo cierto es que
hasta el momento, "lo que más se ha estudiado durante los nueve meses de
embarazo son los efectos de la música, la dieta y las terapias de
relajación en el cerebro del bebé y, aunque los resultados han sido
positivos, no son tan marcados como los de este estudio".
"Confiamos en que este tipo de trabajos orientarán las intervenciones
de salud pública y la investigación sobre la plasticidad del cerebro. Es importante que las mujeres cambien sus hábitos,
teniendo en cuenta que el simple hecho de hacer ejercicio durante el
embarazo marcará una diferencia en sus hijos", agregan los autores.

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