SANTO DOMINGO. Gastronomía presidencial, dícese de
los banquetes que aparecen de la nada en los viajes del primer
mandatario alrededor del país, donde se degustan todo tipo de
exquisiteces criollas, exaltando la producción local "de lo que sea".
Inefable: del latín "ineffabilis". Adjetivo. Que no se puede explicar con palabras.
Tayota: vegetal de uso versátil, objeto de este artículo y de mil y una burlas por su insípido sabor, olor, color y textura. Y que conste, que si el presidente Medina no la exalta "hasta lo sumo", posiblemente no conseguía más que una mención en algún libro de cocina. Pero ahí nos tiene la inefable tayota, hablando todos de ella... ¡qué suerte tienen algunas!
Fuera de chistes, la tayota de todos los días tiene muchos secretos ocultos que pretendemos revelar aquí.
Lo primero, es que la tayota es una fruta, se cree originaria de Centroamérica, aunque nosotros la consumimos como vegetal.
Lo segundo es que de la tayota se puede consumir todo: Sus hojas sirven para infusiones, sus raíces se pueden cocinar como sustitutas de las papas y sus tallos pueden cocinarse cual espárragos.
Lo tercero es que si se le ocurre pedir "tayota" en cualquier lugar de Centroamérica, posiblemente no le den nada. En cada país se le denomina de forma diferente: En Venezuela se conoce como "chayota"; en Perú, "calabacita chilena"; en Guatemala y El Salvador se le conoce como "güisquil". En Panamá, Nicaragua, Puerto Rico y Costa Rica se llama "chayote" y en Honduras, "pataste". En Colombia, dependiendo de donde esté, le llaman "guatila" o "cidra", y en Brasil, le llaman "chuchu". Finalmente en Argentina se le conoce como "papa griega" o "papa de los orígenes". Ahora bien, su nombre verdadero es "nahuatl", que quiere decir "calabaza espinosa". ¿Confundido? Yo también.
Lo cuarto, y quizás es lo más sorprendente, es que ¡la tayota alimenta! Tiene muchas ventajas nutricionales y no solo para rebajar. Esta certeza echa por tierra la odiosa comparación de la novia en Nueva York, la finca en San Juan y la hartura de tayota. Si se la da, disfrútela: se habrá alimentado sin engordar una onza.
Los dominicanos estamos acostumbrados a consumir la tayota con cerdo, con huevos, guisada, al horno, rellenas. Puede incluso consumirse al horno, en puré, en sopa, en almíbar y en zumos... de cualquier manera resulta sana, económica y sabrosa.
La inefable tayota... ¡Qué bueno que te dieron tu puesto! ¡Bien merecido!
Beneficios de la tayota
Gran contenido en antioxidantes, que retrasan el proceso de envejecimiento, al proteger el organismo de los radicales libres.
Posee efecto analgésico y antiinflamatorio.
Rico en vitamina A, vitamina B y C, tiamina, riboflavina, niacina y ácido ascórbico.
Contiene muy pocas calorías, tan sólo 22 por cada 100 gramos, lo que lo hace ideal en dietas de adelgazamiento.
No posee grasas saturadas ni colesterol.
Contenido importante en calcio y aminoácidos esenciales.
Indicado para ayudar a la circulación sanguínea y en caso de problemas de estómago, diabetes y retención de líquidos.
Inefable: del latín "ineffabilis". Adjetivo. Que no se puede explicar con palabras.
Tayota: vegetal de uso versátil, objeto de este artículo y de mil y una burlas por su insípido sabor, olor, color y textura. Y que conste, que si el presidente Medina no la exalta "hasta lo sumo", posiblemente no conseguía más que una mención en algún libro de cocina. Pero ahí nos tiene la inefable tayota, hablando todos de ella... ¡qué suerte tienen algunas!
Fuera de chistes, la tayota de todos los días tiene muchos secretos ocultos que pretendemos revelar aquí.
Lo primero, es que la tayota es una fruta, se cree originaria de Centroamérica, aunque nosotros la consumimos como vegetal.
Lo segundo es que de la tayota se puede consumir todo: Sus hojas sirven para infusiones, sus raíces se pueden cocinar como sustitutas de las papas y sus tallos pueden cocinarse cual espárragos.
Lo tercero es que si se le ocurre pedir "tayota" en cualquier lugar de Centroamérica, posiblemente no le den nada. En cada país se le denomina de forma diferente: En Venezuela se conoce como "chayota"; en Perú, "calabacita chilena"; en Guatemala y El Salvador se le conoce como "güisquil". En Panamá, Nicaragua, Puerto Rico y Costa Rica se llama "chayote" y en Honduras, "pataste". En Colombia, dependiendo de donde esté, le llaman "guatila" o "cidra", y en Brasil, le llaman "chuchu". Finalmente en Argentina se le conoce como "papa griega" o "papa de los orígenes". Ahora bien, su nombre verdadero es "nahuatl", que quiere decir "calabaza espinosa". ¿Confundido? Yo también.
Lo cuarto, y quizás es lo más sorprendente, es que ¡la tayota alimenta! Tiene muchas ventajas nutricionales y no solo para rebajar. Esta certeza echa por tierra la odiosa comparación de la novia en Nueva York, la finca en San Juan y la hartura de tayota. Si se la da, disfrútela: se habrá alimentado sin engordar una onza.
Los dominicanos estamos acostumbrados a consumir la tayota con cerdo, con huevos, guisada, al horno, rellenas. Puede incluso consumirse al horno, en puré, en sopa, en almíbar y en zumos... de cualquier manera resulta sana, económica y sabrosa.
La inefable tayota... ¡Qué bueno que te dieron tu puesto! ¡Bien merecido!
Beneficios de la tayota
Gran contenido en antioxidantes, que retrasan el proceso de envejecimiento, al proteger el organismo de los radicales libres.
Posee efecto analgésico y antiinflamatorio.
Rico en vitamina A, vitamina B y C, tiamina, riboflavina, niacina y ácido ascórbico.
Contiene muy pocas calorías, tan sólo 22 por cada 100 gramos, lo que lo hace ideal en dietas de adelgazamiento.
No posee grasas saturadas ni colesterol.
Contenido importante en calcio y aminoácidos esenciales.
Indicado para ayudar a la circulación sanguínea y en caso de problemas de estómago, diabetes y retención de líquidos.
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